Proyecto Anda
Antes de que existiera la brigada municipal de limpieza, cada uno barría su porción de calle, delante de su casa. Del mismo modo, si nevaba, cada cual limpiaba la acera y sacaba la nieve con una pala. Las jardineras de las calles lucían con flores gracias a la colaboración desinteresada de mujeres que regaban las plantas de la calle y las cuidaban como si fueran las de su casa. El espacio público como la propia casa… pero esas son cosas de antes. El progreso ofrece comodidad y los habitantes de cada ciudad pagamos unos impuestos para que nos mantengan el espacio público en buen estado. Y cuando no está como nosotros queremos – “nosotros”, qué indefinición! – nos quejamos, escribimos una carta al periódico y hasta nos organizamos, nos manifestamos… Pero el Proyecto Anda, nacido en Rosario, Argentina, va más allá de la queja y propone hacer, intervenir, construir, fabricar, recuperando un poco ese espíritu colaborativo y de autocuidado de antaño.
Proyecto Anda es un colectivo argentino, creado por Inés Martino y Fabricio Caiazza, que fabrica baldosas hidráulicas para ser instaladas en los espacios comunes, básicamente en las aceras deterioradas de la ciudad en las que las baldosas originales se han ido desprendiendo. Y lo hace mediante talleres abiertos a todos en donde ponen en contacto a artistas, arquitectos, estudiantes y vecinos que diseñan y construyen sus propias baldosas. Enseñan como se hacen, las fabrican y las colocan en el espacio público. Empezaron en 2011 entrevistando a maestros baldoseros y investigando modos de fabricación artesanal en los países europeos donde nació la técnica. Han adaptado la fabricación a los materiales y herramientas disponibles en el mercado no especializado y además, han puesto su know- how a disposición de todo el mundo. Porque Proyecto Anda publica manuales con licencia Creative Commons y código abierto. Como también lo hace Precious Plastic (www.preciousplastic.org) que enseña a reconvertir las toneladas tiradas de plástico en nuevos utensilios y materiales.
Bajo la máxima “Decrecimiento o barbarie”, el filósofo y economista francés Serge Larouche lanzó, hace unos años, su teoría del decrecimiento en contraposición a la economía productivista del capitalismo que impera: “el fetichismo del PIB nos convierte en víctimas de una economía agobiante y acelerada, tenemos que decrecer de forma serena y recuperar la felicidad de la sobriedad”. Proyecto Anda propone una vuelta a las raíces, a ser capaces de fabricar las baldosas que pisamos y además, a hacerlo en comunidad, compartiendo conocimientos y experiencias: “Entendemos que no podemos ponerle coto al conocimiento porque de ese modo no habría cultura. La cultura siempre es el remix de lo que las generaciones anteriores construyeron y en clave del presente se resignifica”.