Grans Makers

Aunque quizá sea poco productivo, siempre es un ejercicio interesante y estimulante el de imaginarse cómo será el futuro. La historia del cine está repleta de maravillosos ejemplos de posibles futuros. Maravillosos no tanto desde el punto de vista descriptivo del propio futuro, ya que la mayoría son más bien aterradores y oscuros, sino desde el hecho en si de proponer un futuro desde el presente o ya, desde el pasado. Supongo que los equipos de escenografía y caracterización de las películas se encargan de hablar con científicos, intelectuales y artistas para obtener ciertas pistas. Revisar hoy algunas de estas películas resulta simpático: patinetes y coches voladores en Regreso al futuro, fábricas de producción masiva bajo tierra en Metrópolis, luces de neón y ciudades llenas de humo y basura en Blade Runner, humanos genéticamente modificados o directamente clonados en Gattaca, sexo (¡y amor!) virtual en Her, predicción de crímenes de Minority Report…
No tenemos ni idea de si se aproximan o no al futuro. Seguro que las mujeres que participan en el proyecto Grans Makers de Barcelona, tampoco sabían ni predecían, hace 20, 10 o 5 años que en un taller de su barrio, una impresora 3D podría llegar a fabricar un objeto que ellas mismas idearan para facilitarles un poco más su cotidianidad. Y así es. El Convent de Sant Agustí es un centro cívico de Barcelona que hace un tiempo puso en marcha el proyecto MakerConvent, un taller de creación, un espacio maker (makerspace) donde la gente fabrica objetos mediante diseño asistido por computadora, impresoras y escaners 3D, cortadoras láser y entornos de desarrollo y programación accesibles como Arduino y Processing. Pero lo hace bajo una particularidad: acercar al barrio próximo al centro este tipo de tecnologías. Es allí donde nace, casi desde el comienzo del proyecto, el Grans Maker.
La particularidad de Grans Makers es que va dirigido a gente mayor. La mujeres participantes exponen sus problemas domésticos, como la dificultad que supone sujetar un bote de jabón con las manos mojadas o abrir una botella de agua que va muy dura o aprovechar toda la pasta de dientes que contiene el tubo. Los mediadores, todos voluntarios, recogen sus molestias domésticas y conjuntamente proponen y fabrican las soluciones gracias a una impresora 3D. Y en una tarde, se llevan a casa un práctico soporte para sujetar el bote de jabón para que no resbale, un abridor de tapones de botella o un estrujador de botes de pasta de dientes para que no quede nada dentro.
Grans Makers es una propuesta cultural underground en el sentido que está alejada de aquello mainstream. Es un trabajo importante de comunidad, de poner en común problemas y soluciones y de hacerlo de modo intergeneracional, empoderando a las personas a conseguir un resultado.
https://www.youtube.com/watch?v=5S9t8J3yiH8