Call Me Ishmael
Si habéis leído Moby Dick, os resultará familiar la frase “Llamadme Ismael” (Call me Ishmael, en su versión original) con la que magistralmente Herman Melville empieza su muy popular pero profundamente desconocida novela y nos presenta así, con brevedad y concisión, al que será su narrador y nuestro guía. Acto seguido, justo después de la escueta presentación, el propio Ismael nos explica que para calmar su rabia y desorientación mundana, sale a navegar, zarpa silenciosamente dentro el océano; usa el agua como meditación, como vía de escape, o tal y como lo describe el propio Ishmael, “el mar es mi sustituto de la pistola y la bala”. Call me Ishmael es también un contestador automático que atiende llamadas de lectores que quieren compartir con el mundo su opinión o vivencia de una obra literaria: “Leave a message about a book you love”. Esta iniciativa virtual empezó en 2014 de la mano de dos apasionados de Moby Dick que fantasearon con la idea que Ishmael tuviera un teléfono. La idea es simple: desde donde estés puedes llamar a un número de teléfono (norteamericano) y dejar un mensaje que luego se comparte en la web callmeishmael.com
Hay mensajes de todo tipo: rigurosamente académicos, profundamente emotivos, frescamente espontáneos, francamente reveladores, descaradamente preparados… pero todos y cada un de ellos, configuran un compendio multipersonal de recomendaciones literarias que deviene un interesante directorio 2.0 y además genera cierta adicción. Escuchar estas breves confesiones literarias anónimas, hechas desde la intimidad y expuestas al mundo provoca una especie de ansia lectora para descubrir o redescubrir los relatos que cada persona escoge. La literatura es también una válvula de escape, una vía por la que podemos huir de la rutina, un modo de navegar, o como bien decía Ishmael, “un sustituto de la pistola y la bala”.
Call me Ishmael es un interesante propuesta
virtual porque desarrolla su actividad de forma no presencial. Es especialmente
interesante que sea un proyecto vía teléfono; el uso de las ondas marconianas
funciona casi como reivindicación nostálgica del medio -como también puede
serlo del papel- en una época en que los bits y los bytes capitalizan los
contenidos. De todos modos, la segunda fase del proyecto, la exposición pública
de las llamada, el compartir este directorio de recomendaciones y emociones,
pasa necesaria- mente por la web.